Este lunes 8 de abril, la Embajada de los Estados Unidos en El Salvador conto con la visita visita del astronauta de la NASA, Coronel Frank Rubio, donde él junto al Embajador de los Estados Unidos en El Salvador, William Ducan, anunciaron que del 8 al 12 de abril, Rubio estará realizando algunas visitas para inspirar a los constructores de crecimiento de El Salvador, especialmente aquellos que trabajan en disciplinas STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas), así como a las instituciones educativas que las imparten.
Durante su estadía en el país, el coronel Rubio impartirá charlas magistrales sobre la exploración espacial y sus experimentos científicos en el espacio en diferentes lugares de El Salvador. Además, el Coronel Rubio participará en actividades comunitarias en La Unión, departamento natal de su madre.
La visita del Coronel Rubio tiene también como propósito compartir su experiencia única en el espacio y expresar su gratitud a los salvadoreños por el apoyo recibido durante sus 371 días en la Estación Espacial Internacional. Su trayectoria ejemplar y sus logros notables sirven como fuente de inspiración para los jóvenes que aspiran a alcanzar metas en áreas científicas y tecnológicas.
El astronauta estadounidense-hijo de padres salvadoreño ha dejado una huella significativa en el campo de la aviación y la medicina. Con más de 1,100 horas de vuelo en diversas aeronaves y un destacado servicio en el ejército de los Estados Unidos, Rubio ha demostrado un compromiso excepcional con el avance de la exploración espacial.
A lo largo de su misión récord, el Coronel Rubio contribuyó a varios experimentos científicos, entre los que se incluyen seis estudios orientados a comprender cómo los vuelos espaciales afectan la fisiología y la psicología humana.
Rubio partió el 21 de septiembre de 2022 hacia la estación espacial con la proyección de que estaría seis meses a bordo, pero, en diciembre de ese año, una fuga en el sistema de refrigeración arriesgaba su regreso, por lo que su retorno se prolongó. Rubio regresó a bordo de la nave Soyuz MS-23 junto a los cosmonautas Serguéi Prokópiev y Dmitri Petelin. La nave averiada regresó sin tripulación el 28 de marzo, por lo que tuve que quedarse en el espacio hasta septiembre de 2023.